Simplemente, no hay palabras para describir esto...
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-13 de agosto, Ryioda-
Nuestro día a día es monótono. Nos despertamos, vamos a hacer nuestras actividades, volvemos tarde y nos vamos a dormir. Es tanto así, que hasta nuestra vida es monótona, pareciendo que fueran todas iguales, con la diferencia de las personas que la rodean. Pero, ¿Qué pasaría si un día, algún suceso turbulento lo cambia todo?, Ya nos saldríamos de ese margen donde todo es igual…Para algunos, no será así y simplemente, no lo asumirán, pero al final del día, la vida es un ciclo que se repite infinitamente y del cual no podemos escapar, porque solo somos marionetas de los creadores.
Se nos muestra el subterráneo. Todo está destruido, estacas están clavadas en las paredes, piedras, vidrios y caños se encuentran dispersos tanto por el piso como por las paredes. Entre todo el destruido escenario, se nota una cruz, donde yace Blizzard, del cual no se sabe si esta consiente o no.
…Y hasta aquí llegamos. Sigo sin saber para qué sirve la guerra, si al final, además de matar gente, crea gente así, que terminan por matar a quienes la guerra no, como a mi…Al menos, gracias a esto me puedo sentir Jesucristo, porque creo que terminé igual a él…Crucificado. Qué ironía- Piensa Blizzard, viendo su situación tan desfavorable.
Tras que Blizzard cierre los ojos, la cruz comienza a congelarse, terminando por ser de hielo poco a poco. Pronto, el hielo llega a las cadenas que lo tienen atado, las cuales, terminan por quebrarse, haciendo que el erizo gris, caiga al suelo, y con esto, que la estaca que tenía en su pecho termine por enterrarse más.
Mas, todo torna en color blanco, Blizzard despierta en este lugar tan extraño, como vacío. “¿Dónde estoy?... ¿Este es el infierno?, No es como lo imaginaba…Igual, estoy seguro que si no es el infierno tampoco será el cielo, jamás me lo merecí ni lo haré”-Piensa tras apreciar el lugar y no ver nada.
Pero en un abrir y cerrar de ojos, nota una silueta en la lejanía, mas no distingue que es realmente. Así que decide caminar para poder acercarse y ver que era “eso” que vio.
Cuando ya está a unos metros de distancia, logra descubrir que era. En apariencia, un hombre alto de color gris con marcas marrones, despeinado. Parecía llevar una máscara de acero y tener una espada en sus manos, mientras una capa de piel, cubría su cuerpo, dándole un toque misterioso.
Blizzard iba a dirigirle la palabra, pero este misterioso ente se percata de la existencia de quien está detrás de el por lo que no se atreve a decirle algo. Pero a diferencia de él, el hombre si le dice algo.
Veo que estas desconcertado y no sabes que haces aquí. Tranquilo, no estás en el cielo ni en el infierno, pero si has muerto. Aun así, los Toketsus tenemos una habilidad: Podemos recuperar de las heridas nuestro cuerpo y salvarnos de la muerte, pero solo podemos hacerlo una vez y es peligroso, en caso de fallar, iras al infierno…Estamos tratando con una táctica prohibida que fue creada por Azazel, pero con la diferencia que en vez de usar las llamas que daño nos harían, usamos nuestro hielo, frio como pocas cosas. Mi tiempo de vida ya terminó hace mucho…Pero aun no es tu hora. Así que te permitiré el uso de esta técnica, pero deberás afrontar las consecuencias…-Dice el hombre.
Pronto, el suelo comienza a caerse a un vació, Blizzard asustado, comienza a correr a donde está el misterioso sujeto que le habló, pero este parece alejarse mientras más se acerca, haciendo que al final, Blizzard también termine por caerse al vacío.
Tras eso se ve a Blizzard levantarse, su cuerpo completo parece poco a poco convertirse en hielo hasta que su cuerpo completamente se vuelve de este material helado. Pero cuando esto pasa, el hielo explota, dejando a Blizzard intacto, el cual se encuentra en perfecto estado, aunque cabizbajo.
Dios…No sé si está bien lo que hice…Sobreviví, pero use una técnica que creo la demonio reina de Mobius. Mi estancia aquí es limitada, pero cuando muera, la eternidad la pasaré arriba o abajo… ¿Cómo me defenderé en el juicio?...Nah, ese no es el problema. ¿Lo que hice está bien?, No. ¡No lo está!, ODIO que me consideren héroe, pero me consideran como tal…Y yo haciendo técnicas prohibidas. Simplemente no merezco que me digan así, y de paso, me gané un pase al sufrimiento eterno…Sinceramente, soy idiota-Reflexiona Blizzard, mientras mira al techo con sus manos en sus bolsillos.
Cuando va a bajar su cabeza, nota una bola celeste en frente de él. “¿Qué es?” piensa, pero cuando toca esa bola, su cuerpo la absorbe, y pronto Blizzard, siente que su poder sube considerablemente, su pelo se levanta así como cambia de color y los objetos más cercanos son atraídos hacia él y comienzan a girar en torno a este.
“Este poder tan grande… ¿Qué es?... ¿Cómo llegue a esto?”
Mientras, se nos muestra a Bolt arriba del techo de un edificio junto al erizo gris oscuro y al lobo blanco que lo habían capturado. Aparentemente, se encontraban ahí, porque bajaron de un helicóptero a un lugar desconocido.
Mientras el erizo gris revisa al helicóptero para ver que todo esté bien en este, mientras el lobo blanco, se queda a vigilar a Bolt. Pero durante un momento el lobo se distrae, momento que Bolt aprovecha para con su electricidad, liberarse de las cadenas que le atan de las manos y los pies, y decide salir corriendo a toda velocidad para lograr escapar de sus raptores y así quizás, salvar su vida y quitarla de peligro.
Mas el lobo se da cuenta del escape de Bolt, por lo que saca un revolver de su chaqueta y procede a dispararle, mas Bolt logra esquivar por suerte las balas, pero en seguida, más balas van a por él, y le terminan impactando, una en el hombro, otra en la mano derecha y por último, una en la pierna, haciendo que este caiga al suelo.
Je, esta rata es rápida. No soporto que la gente intente escapar de su inminente destino, pero al final, no lo lograran. En cuanto a ti, lobo: Veo que hoy tu puntería es peor de lo usual…Bueno, levanta al niño, así se lo llevamos a “El”-Dice el erizo gris, confiado de sus palabras.
Miren: Ahora el humito me dirá que hacer. Puede que trabajemos juntos, pero jamás dije que seas mi líder. Pues al final, no puedo considerar “Líder” A alguien que todo aquel que perdió conmigo, ¿No crees, ahumado?-Le responde fuerte Kaiser a Smoke.
Los dos parecen mirarse con odio: Por lo que ambos le dan un puñetazo al otro, pero sus puños terminan chocando, Kaiser le proporciona una patada a la cabeza a Smoke, pero este se agacha y logra esquivarla, y al mismo tiempo, los dos se terminan apuntando con pistolas al cuello del otro.
Los dos parecen que dispararan, pero al final terminan bajando las armas y mirando hacia el otro lado. Tras el pequeño inconveniente, toman al herido Bolt y lo arrastran a un ascensor, en el cual los 3 bajan.
Tras llegar de la terraza al piso más alto, bajan por un ascensor del edificio, tras salir de este, comienzan a caminar por el pasillo. El lugar se nota muy decorado: Las paredes son de roble, en estas hay cuadros con pinturas de alto precio y el piso es cubierto por una larga alfombra roja.
Siguen caminando hasta que se topan con una gran puerta de madera, con detalles hechos con plata y unos pomos de oro, la cual estaba siendo resguardada por dos altos hombres uniformados y armados con rifles. Estos proceden a apuntar con sus armas a los dos mercenarios, mas estos permanecen con sus miradas calmadas.
No me importa quienes sean, de donde vienen, que quieren o incluso si esto podría llegar a ser una trampa o no, pero nos dejaran pasar-Dice Kaiser de una manera agresiva, pero firme a la vez.
Quienes apuntan con sus armas a Smoke y a Kaiser parecen recargarlas, a punto de disparar, esperando a cualquier movimiento para atacar. Esto a Kaiser parece no agradarle nada, esto por el gesto de su rostro. Mientras, Smoke se encuentra recostado contra una pared con calma.
No pienso repetirlo otra vez, déjenos entrar-Dice bastante enojado Kaiser, pretendiendo que le den paso. Pero quienes resguardan la puerta, parecen no tomárselo bien, por lo que un tiroteo comienza.
Aun así, no afecta mucho a los mercenarios, los cuales aniquilan rápidamente a los guardias, haciendo que tanto paredes, como el mismo suelo quede con un color rojo escarlata, y a su vez, con varias balas quedan incrustadas
Pronto, la puerta se abre lentamente, y desde adentro se escucha una voz madura la cual dice “Je, veo que llegaron. ¿Por qué no? Pasen…” Bolt herido y amarrado nota a esa voz como una familiar, por lo que se asusta.
Cuando entran, ven a un nombre con un traje algo roto, y despeinado el cual parece estar tomando vino, se encuentra viendo por una ventana, pero en seguida termina la copa, por lo que la deja en una mesa la cual está pegada a la ventana.
Smoke tira a Bolt al suelo, el cual, no puede levantarse debido a sus heridas, por lo que se encuentra asustado, pero a la vez incapacitado para sostener un combate o efectuar una escapada.
Bien Alexander, te hemos traído al mocoso que querías. Así que danos el dinero de nuestro trabajo-Le dice Kaiser al hombre, dirigiéndosele como “Alexander”.
…¿Alexander?...Adinerado, de traje, y con una actitud de estar siempre preparado…Debe ser él-Piensa Bolt por demás extrañado, ¿Qué tendría que ver él? Era su duda.
En esos sillones de ahí tienen su dinero, pero… No es necesario que se vayan tan rápido. ¿Qué clase de hombre sería yo sin darles aunque sea un poco de mi hospitalidad? Siéntensen, tomen una copa de vino y disfrutemos de una charla corta pero memorable-Les dice el anfitrión del lugar mientras sigue mirando por esa ventana…
Mientras Smoke parecía irse sin más Kaiser toma una copa que había en una mesa en frente a los sillones donde estaba el dinero, para responderle “A diferencia de mi compañero, me encantaría, pero para nuestra desgracia esta es una noche ocupada…Por lo que no puede ser”
Oh, ya veo. Está bien, pueden irse entonces…Les estaré en los próximos días o semanas mandando ciertos mails…Tengo otros trabajos para ustedes-Le responde de manera tan misteriosa como su identidad quien realizo “el encargo” de traer a Bolt a tal lugar.
Tras que se vayan los dos mercenarios, Bolt se queda en shock en el piso, mientras que aquel tipo dice “Así que Bolt…Ya veremos que será de ti, ¿No?”
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